miércoles, 5 de septiembre de 2012

Yo voy soñando caminos


Yo voy soñando caminos
de la tarde.  ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...

¿Adónde el camino irá?

Yo voy cantando, viajero,
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.

En el corazón tenía

la espina de una pasión;
logré arrancármela un día;
ya no siento el corazón.

Y todo el campo un momento

se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;

y el camino se serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:

Aguda espina dorada,
quién te volviera a sentir
en el corazón clavada.

Antonio Machado (1875-1939)

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